La Educación Secundaria Obligatoria, la ESO, es algo más que una etapa educativa. Durante el tiempo que dura esta fase de la educación de los jóvenes, los alumnos se encontrarán en un entorno diferente de la escuela, estudiarán asignaturas nuevas, se verán obligados a elegir optativas y, finalmente, deberán escoger entre estudiar bachillerato, formación profesional o incorporarse al mundo del trabajo. Se trata de un periodo en la vida de los jóvenes que determinará en gran medida su futuro. De ahí su relevancia y la importancia de que los padres se impliquen cuanto sea posible en el proceso educativo de sus hijos.